Documentos

Índice


  1. Análisis geopolítico y regional
  2. Subversores Morales
  3. Hacia una medicina con rostro humano
  4. A sembrar y construir la esperanza

 

2

1. Análisis geopolítico y regional


A 13 años de su fundación TATU, Latinoamérica, observa una realidad mundial atomizada, producto de cambios de fin de época que están trastocando y debilitando a las instituciones políticas, económicas y sociales nacionales e internacionales heredadas del liberalismo del siglo XIX. Estas instituciones se encuentran severamente cuestionadas al no responder a los tiempos que la sociedad demanda. La corrupción, el tráfico de influencias, el desvío de recursos y el enriquecimiento ilícito de sectores políticos están mermando la política y las instituciones del Estado como lo veníamos concibiendo desde la formación del Estado Nación. Hoy en el Siglo XXI el Estado está cuestionado, sus instituciones están resquebrajadas y el funcionamiento de las mismas no responde, no soluciona y menos convence al pueblo y particularmente al ciudadano en su cotidianeidad.

Las economías nacionales e internacionales están funcionando para proteger los intereses particulares de las oligarquías que utilizan las normatividades locales e internacionales para explotar a las y los trabajadores y especulan por encima de los Estados para tener ganancias millonarias. Obligan a los gobiernos a ceder parte fundamental de su soberanía en aras de la estabilidad macroeconómica que dictan los organismos financieros internacionales, encontrándose con márgenes reducidos de actuación y contribuyendo de manera importante al tráfico de influencias y corrupción como acto determinante para atraer inversiones mediocres, simulando ante los ciudadanos crecimientos ficticios que solo contribuyen al descrédito político y del Estado. La superestructura sigue operando con el gran capital y ejerce su poder destructor frente al Estado y el Estado subyuga al pueblo que lo sustenta y lo legitima. La situación en Argentina es el mejor ejemplo.

Tal como afirmaba Fidel Castro, la batalla es cultural. Vemos como las sociedades son enajenadas vía los medios de comunicación al servicio de la derecha política y empresaria local y mundial. Una estrategia que mina las instituciones del Estado mientras corrompe a los gobiernos más progresistas.

Mientras se generan las grandes contradicciones entre las distintas vertientes del capital globalizado que se debate entre el proteccionismo, la recolonización de las economías dependientes y la colocación de los excedentes de producción, los pueblos se organizan y resisten a estas políticas que están lejos de las agendas de los pueblos. Vemos como se organizan iniciativas populares a menor escala pero que articulan una resistencia a nivel regional.

 

Contexto internacional


La globalización neoliberal -una especialización del capitalismo a nivel global para favorecer a las potencias imperiales- que mientras continúan con la protección fronteras adentro no dejan de proteger también a sus empresas, en cualquier lugar donde se encuentren. Sus herramientas son el extractivismo voraz que se aplica a recursos de todo tipo, expoliando los territorios de los países junto con las barreras arancelarias impuestas por las potencias hegemónicas y las medidas proteccionistas fronteras adentro. La política impulsada por el presidente Trump contra los tratados multilaterales, así, muestran la intención de proteger una economía resquebrajada y mejorar la deteriorada situación de EE.UU. en el campo de la competencia industrial y mejorar los altos índices de desocupación.

En el escenario regional actual, con la globalización neoliberal y para favorecer los intereses imperiales, se han impuesto por las principales potencias mundiales un cuestionamiento de las más importantes normas y principios del Derecho Internacional, con vistas a otorgarle credibilidad a otras nuevas que están siendo impulsadas y que ponen en peligro los principios de soberanía, no intervención y la autodeterminación..

Sus verdaderas razones se encuentran en el actual contexto económico y político internacional actual, lo que nos permite explicar la conflictividad actual desde regiones como el Medio Oriente hasta la situación política actual en América Latina.

Así lo hemos visto en los últimos tiempos, desde la ayuda a Somalía, Irak, Libia, Siria, Yemen, Palestina, el sostenimiento de colonias como Puerto Rico.

El neoliberalismo no es solamente: el dominio del sector financiero especulativo como el principal eje de acumulación de capital, el desmantelamiento de las fronteras arancelarias, la privatización del sector público, el apoyo fiscal a las empresas comerciales, industriales y financieras, incluyendo los subsidios a empresas por la vía de la tributación y de los precios, estableciendo regímenes fiscales regresivos, en los que se prioriza el pago de impuestos indirectos, en los que la población desposeída sale seriamente afectada, sino también el rescate estatal a las quiebras bancarias generadas por las periódicas crisis financieras.

El neoliberalismo implica, además, la decisión de los gobiernos de la derecha al servicio del sistema capitalista de precarizar por todos los medios a sus poblaciones. Esto también implica un serio cuestionamiento al funcionamiento de las democracias tal como las conocemos hasta ahora, ya que los gobiernos que llegan por la vía de las urnas en lugar de representar a las y los ciudadanos representan a las corporaciones y defienden los intereses del capital transnacional.

La contradicción entre la propiedad estatal de los recursos naturales y la economía global se acentúa.

El discurso neoliberal apunta a demostrar que las naciones no tienen derecho a la propiedad sobre sus recursos y que éstos deben ser privatizados, tal contradicción es abordada por las potencias imperiales, y cómo dudarlo, por medio de guerras, intervenciones militares directas, de chantaje financiero de las instituciones multilaterales, y el despliegue de -cada vez más sofisticados-planes de desestabilización política en las naciones de la periferia. Guerras no convencionales para minar la soberanía territorial, con nuevas estrategias y más sofisticadas.

 

Actualidad de la región


Hoy en la región, luego de los reveses políticos de las llamadas izquierdas y los gobiernos progresistas en la mayoría de los países, ha dado paso a la derecha que arremete al servicio del capital financiero global encabezado por EUA. Una situación que hace necesario empezar a discutir alternativas concretas al sistema imperante, más allá de la agenda electoral que seguirá siendo importante.

Este nuevo contexto en nuestra región se puede observar desde 2012, en que se produce una desaceleración de los procesos de cambio, se ralentiza la irradiación de nuestros proyectos, que siempre han sido plurales y distintos. Un panorama regional con el avance de la derecha.

Honduras y Paraguay donde Zelaya y Lugo fueron destituidos y reemplazados por gobiernos de derecha ante la amenaza que constituye una modificación en la distribución más equitativa de los recursos. Golpe de estado contra Dilma Rouseff, derrota del kirchnerismo, traición y avance de la derecha en Ecuador, avance de la derecha en Chile, derrota electoral del FMLN en El Salvador requieren un análisis autocrítico para poder evaluar las razones por las cuales los sectores sociales beneficiados por las políticas progresistas han decidido alejarse de estos procesos. Ante este escenario se plantea -y en ello hay coincidencia-la repolitización de las fuerzas populares, lo que pone en evidencia carencias políticas importantes.

La expresión más popular y que esgrimieron las izquierdas en Argentina fue: “Para votar una fotocopia del neoliberalismo, mejor voto el original”, en alusión a las alternativas que se ofertaron en las elecciones donde los proyectos de los partidos hegemónicos de uno y otro signo se parecían bastante.

 

Diagnóstico de situación


La situación actual del sistema muestra que hoy en día la humanidad se encuentra bajo la ofensiva de un capitalismo especulativo financiero en constante crisis. La acumulación del capital se encamina más bien a la concentración y centralización del mismo.

La globalización del capital ha establecido las reglas de mercado en todos los rincones de la tierra, agudizando la disputa entre potencias y corporaciones. La globalización utiliza medidas proteccionistas de las grandes potencias que creen poder sortear la crisis de sobre producción, particularmente los Estados Unidos. Sin embargo, lo que muestra son las contradicciones y limitaciones sistémicas del capitalismo, donde hay un divorcio entre la producción y el consumo. Las potencias capitalistas se encuentran en una encrucijada donde los Estados pierden hegemonía frente a las corporaciones transnacionales situadas en todo el mundo. Quizas la mayor expresión de esta contradicción sea la obsoleta estructura industrial de los Estados Unidos que pierde terreno frente a los países emergentes, no así sus expresiones financieras, militares y culturales.

Desde el año 2016 se produce una contraofensiva imperial en nuestra región donde la derecha continental subordinada al imperialismo estadounidense ha intensificado las acciones con las que pretende desmantelar los procesos de cambio social que se venían desarrollando a lo largo y ancho de nuestro continente.

EE.UU. en el centro del imperio con aliados a las principales potencias occidentales con Israel y Japón. Estados Unidos considera o desestima las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas, conforme sirva o no a sus intereses, usándolas para legitimar sus acciones y políticas, o ignorándolas cuando van contra su estrategia imperialista y belicista. Así las Naciones Unidas hoy parecen más una institución al servicio de legitimar las acciones ilegítimas de los Estados y sus políticas de recolonización. Si bien, formalmente, las decisiones se toman por mayoría, en la práctica son las potencias imperiales quienes orientan la decisión final. Un aparato ideológico cultural ha sido montado para darle sentido al fundamentalismo de mercado, donde las personas se han convertido en consumidores y solo valen por ello.

La globalización ha construido la interdependencia del capital y las corporaciones paseándose por todas las naciones y por todos los espacios de la vida social. El neoliberalismo con sus políticas de privatización del Estado y de extractivismo de los recursos, así como el proteccionismo imperial, pueden tener muchas contradicciones, como todo sistema, pero no son antagónicas.

 

Poder popular: la agenda de los pueblos


Creemos que hoy ya no parece ser necesario estar amparado en el poder de una institucionalidad para emprender transformaciones sociales por parte de las fuerzas de izquierda. Tal es el caso por ejemplo de las luchas por la tierra que los campesinos emprenden frente a los terratenientes y frente a gobiernos represivos, lo que contrasta con gobiernos de signo más popular y progresista que han excluido de su plan de gobierno la reforma agraria. Distintos conjuntos sociales y populares hoy se organizan a pequeña escala para resistir estas políticas de destrucción y miseria. Por ejemplo las organizaciones rurales que resisten al envenenamiento de los suelos y que luchan de manera colectiva han logrado conquistar ordenanzas que frenen a las corporaciones extractivistas. Así en los distintos territorios a lo largo y ancho de nuestra región se impulsan iniciativas para resistir a estas políticas de expoliación y muerte. Hace pocos días, las comunidades kollas de Jujuy por ejemplo lograron que la empresa de extracción de Litio tuviera que retirarse del territorio usurpado a la comunidad, aun a pesar de que habían negociado con el gobierno provincial.

La creciente militarización y criminalización de la protesta social frente a la embestida del capital contra los pueblos también da cuenta de la fuerza que reside en los pueblos organizados.

Un renglón aparte también lo constituye en este análisis la organización de los feminismos en pos de encontrar y recuperar un poder que hasta ahora ha sido cercenado y sojuzgado en una doble exclusión, la de la lucha de clase que se articula con una marginación mucho más antigua, el patriarcado que ha legitimado el abuso y la opresión de las mujeres en el discurso de común.

Las burguesías nacionales están siendo desplazadas progresivamente por una oligarquía organizada internacional y localmente, disminuyendo al mismo tiempo el peso absoluto y relativo de la clase obrera. El desempleo ha empujado a la gente a buscar su supervivencia, dedicándose al trabajo de la economía popular, tanto en el campo como en la ciudad. Las grandes ciudades son los lugares visible de esa nueva clase trabajadora que se abastece a si misma, lo mismo que ocurre también en las áreas rurales.

Una mención especial es necesaria para los países mesoamericano-caribeños, en donde las políticas de expropiación por parte del capital concentrado han llevado a una miseria tal a sus habitantes lo que ha impulsado una migración constante de su población a EE.UU. por la degradación de sus condiciones de supervivencia.

 

El mercado y la democracia representativa


Tanto para el sistema capitalista como para los gobiernos socialistas la distribución parece que ha sido su talón de Aquiles.

Recientemente observamos que los gobiernos más progresistas y con ideas más de izquierda, estando al frente de la conducción de un país se han comportado como si fueran parte de la clase económicamente dominante: recurren a estrategias como el extractivismo y la consiguiente depredación que llevan adelante las empresas transnacionales. Para paliar la crisis de subsistencia se usaron las mismas herramientas que se combatían y no se operó ninguna transformación en la conciencia del pueblo.

 

La trampa


Tanto el capitalismo como el socialismo se encuentran atrapados en la misma trampa.

Mientras que para el capitalismo el divorcio entre la producción y el consumo provoca crisis periódicas que se suman a la crisis del capital financiero global.

Para los gobiernos de signo socialista ha sucedido una situación inversa. Una progresiva distribución de la riqueza sin producción nacional los sumen en graves crisis de abastecimiento que descarrilan el mercado y la economía en su conjunto que se vuelve dependiente y vulnerable. Una situación que se sucede también porque el socialismo llegó a sociedades que no eran industrialmente desarrolladas, en esta región, con situaciones sociales de carencias agudas en alimentación,, hábitat, trabajo, salud y educación.

La clase capitalista mantiene su pecado original, producir cada vez para menos consumidores, lo que limita la realización de la plusvalía en el mercado. El mercado del trabajo hoy está en franca retracción, así lo explicaron las asambleas que resistieron al G20, que sesionaron en 2018 en Argentina. El trabajo se achica y no hay posibilidades que se recomponga. La automatización que requiere cada vez menos personas, la crisis del sistema que hace que el consumo disminuya son los principales factores de disminución del empleo junto con la reconversión del mercado laboral por los avances tecnológicos. Trabajo 2.0 una nueva categoría que avanza y necesita de menos personas.

Al mismo tiempo las políticas de ajuste de los gobiernos que intentan capturar al capital volatil avanzan con reformas laborales para permitir mayores tasas de ganancia a costa de la quita de derechos a las y los trabajadores. Ante esta falta de trabajo la industria del narcotráfico y armamentos aumentan sus ganancias mientras usan estas poblaciones de desocupados, y muy vulnerables, como mano de obra barata al servicio del crimen y del narcomenudeo mientras produce miseria y más muerte. Cada vez hacen falta menos personas para producir, cada vez el consumo se achica más por la falta de posibilidades, lo que potencia la industria de la miseria y la muerte.

 

Revolución hoy


La revolución fue concebida como la toma del poder o de los aparatos políticos públicos. También para el socialismo se entendió como acciones superestructurales confiscando bienes de capital, gestionándolos en beneficio de los trabajadores y del pueblo en general, cosa que sigue siendo válida.

Un siglo después, a 100 años de la Revolución de Octubre, nos hemos dado cuenta o la época impulsó un cambio de concepción, en donde el poder no está compuesto solamente de los aparatos políticos y militares, sino que en el poder es el pueblo concientizado y organizado, gestionando directamente la política y la economía. Hoy las burocracias han quedado obsoletas para la planificación central y la gestión de las empresas públicas. Parece hacerse necesaria encontrar formas de planificación de participación popular como las cooperativas u otros modos de organización del trabajo no burocráticas.

Fidel Castro expresaba ya en el año 2009: “la crisis actual no es solo financiera o bursátil, ni siquiera económica, sino que por su gravedad y su articulación con otras crisis que se vinieron gestando en estos años, es una crisis integral, civilizatoria y de la cual no se sale con más o un mejor capitalismo”.

Estamos en un momento de una crisis civilizatoria de impacto global donde el despliegue del capital financiero global busca recuperar sus tasas de ganancia y aumentarlas y quienes pagan esos costos somos los pueblos de los países del tercer mundo con miseria y sufrimiento.

Las actuales políticas neoliberales que atraviesan el mundo han producido una gran cantidad de exiliados económicos, migrantes a lo largo y ancho del mundo que buscan condiciones dignas mínimas para su existencia.

Quizás la construcción del poder popular sea una salida donde la soberanía resida de manera intransferible en el pueblo. Una propuesta y una experiencia en marcha, encaminada a superar la democracia liberal burguesa, punto de partida de nuestras transformaciones. Impulsar una democracia participativa directa y protagónica social y política con la transferencia de poder desde el gobierno, para delegar la representación en Asambleas de Base y Consejos Populares de trabajadores. Una conquista para cualquier pueblo que esté dispuesto a luchar por su propia emancipación, como decía Fidel.

Alcanzar la hegemonía revolucionaria en lo ideológico-cultural es la meta revolucionaria más importante, de ella depende la transformación de la conciencia social y la actitud de los seres humanos entre sí, indispensables para la efectividad del orden social al que aspiramos los revolucionarios, en el que cada quien aporte según su capacidad y reciba según su trabajo en una primera fase, y según sus necesidades en una fase superior.


 

2

 

2. Subversores Morales


Desde nuestra opinión, a partir de la crisis de los países del llamado socialismo real que, golpeó seriamente la construcción de las fuerzas de izquierda y las fuerzas revolucionarias; si bien estas últimas no eran para nada pro soviéticas, sino de un socialismo nuevo, muy latinoamericano y, tomando a Mariátegui, ni copia ni calco, vivimos una crisis de alternativas para los pueblos y, terminamos siempre optando entre más de los mismo o lo menos malo.

Cuando irrumpieron las dictaduras cívico militares en el continente, no solo produjeron una derrota militar a las fuerzas revolucionarias, sino que interrumpieron el traslado generacional de la experiencia política; la imposición de los modelos neoliberales, dejaron una crisis de ideas a la izquierda en general; hablamos de ideas que reúnan a la gente, donde el pueblo se encuentre, alrededor o compartiéndola; la izquierda no puede sobrevivir sin ideas, no puede sobrevivir adecuándose a las coyunturas que le imponen los distintos modelos capitalistas. La derecha, no necesita de ideas; la derecha hasta puede girar al centro, mientras que la izquierda, cuando gira al centro, deja de ser izquierda.

Otro problema es la disputa por los “espacios de poder” y, en ello, el sistema nos impone un calendario electoral dentro de una llamada democracia que, nos lleva muchas veces a alianzas espurias que, nos producen un desgaste inmenso, alianzas que en la mayoría de los casos, son solo electoreras y, entonces, donde está el poder?, está realmente en el presidente electo, está en el parlamento?, cuando los presidentes de nuestra naciones deben obedecer a los dictados del mundo financiero internacional, cuando los sindicatos como representantes de la clase obrera, solo pueden “negociar” cada tanto paritarias y, siempre en condiciones inferioridad, dado que si le parece mal a la empresa, cierra, se va del país y deja miles y miles de desocupados, con un costo social enorme. Hoy, el verdadero poder, es el poder económico, y cuando éste domina, la democracia es una falacia.

Sin embargo, la democracia como tal, no está en discusión, pareciera que es intocable, que es perfecta, tan perfecta como la justicia, cuando todos sabemos que la justicia es injusta; podemos plantearnos el análisis de la democracia y que comprendemos por ella.

Gobiernos progresistas y de izquierda que han pretendido cambiar las cosas, cambiar la correlación de fuerzas y, disputar seriamente el poder, son bloqueados, amenazados, intervenidos etc., etc., entonces, donde esta para la izquierda hoy el verdadero poder, o hay dudas que en la gente, el poder está por abajo, el poder está en el pueblo mismo; aunque el pueblo hoy no vea alternativas a estas democracias económicas. No podemos ser parte del capitalismo humanizado, ni del humanismo burgués que lava su conciencia con un bolsón de comida cada tanto, mientras mantiene a los más pobres sometidos, sometidos a la sub ocupación, sometidos a casi no tener salud, ni alimentos, ni vivienda, ni educación, ni, ni .

La publicidad, es la que inventa y crea la necesidad, la supuesta necesidad, es la que nos lleva a un mundo consumista sin sentido, el discurso político, el mensaje, los medios, todo nos lleva para que ganen ellos y, nos motivemos solo para adquirir cosas o, al menos soñemos con tenerlas en el futuro; nos venden futuro que nunca llega, esfuérzate y tendrás todo, mientras no llegamos a fin de mes y, nos cuesta alimentar nuestros hijos, terminamos en un hospital sin insumos, sin equipamiento adecuado, con falta de profesionales y, el que nos atiende, lo hace estando de guardia 24 horas, nuestros hijos van a la escuela pública, casi abandonada por el estado, mientras ese mismo estado subsidia las escuelas de los más pudientes. Entonces cómo entendemos la democracia?

En realidad, vivimos una dictadura “placentera”, la del consumismo, esa que nos lleva a una deshumanización tan grande que lo importante hoy es el celular y no un niño que pide en la calle, así nace la radicalización del YO, el individualismo, la competitividad con el otro y, el sueño de ser pudiente.

Una democracia, según la definición antigua, es el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, en las actuales democracias, está ausente precisamente, el pueblo. Cuando los pueblos se cansan de esperar y producen drásticas rebeliones, dentro del sistema, entonces ellos se plantean, que cambie algo para que todo siga igual.

Y qué entonces?, debemos ser subversores morales, de esos que abren trocha nueva.

Debemos ser buscadores consistentes de coherencia, entre lo que se piensa, se dice y se hace, entre las palabras y los actos, entre las teorías y las prácticas. Debemos ser nosotros quienes tengamos la capacidad de interpretar y comprender al pueblo y, no pretender que éste nos comprenda a nosotros, sí que éste nos mire como ejemplo, para con el tiempo incorporarse a nuestros proyectos, a nuestros sueños, debemos sembrar nuestros corazones en el pueblo o, como dice la canción “como abrir el pecho y sacar el alma”.

La mejor forma de enseñar y trasladar lo aprendido, es con el ejemplo y nosotros debemos aprender a confiar en los valores del pueblo, procurando que el pueblo hable más que nosotros; debemos superar al colonialismo intelectual y, así construir metodologías nuestras que, den cuanta de una visión propia de la realidad de nuestros pueblos; ellas permiten que dialoguen, el saber popular y el saber científico, por que incorpora en este proceso de construcción del conocimiento el “ NOS” que tanta falta nos hace hoy y, nos permite construir una ciencia transformadora, comprometida, militante y con raíces.

Debemos ir al pueblo a aprender, más que enseñar, debemos ascender a la clase popular, es ella la que conoce la realidad y la que tiene las claves, los valores, la historia que nos permita rehacer nuestro lugar en el mundo. Por ello, al pueblo no se baja, todo lo contrario, se sube y, no solo se sube, se respeta, confiar en los valores del pueblo, solo así podremos reconstruir la confianza del pueblo en sí mismo, así adquirirá una actitud activa ante sus propios problemas, sus propias reivindicaciones.

Debemos trabajar en la superación de los sectarismos, reconociendo al OTRO como agente de cambio en una construcción colectiva, debemos sobrepasar el espontaneismo, planificar los objetivos, las metodologías, las consigna etc. etc. para una transformación social.

No podemos tener solo buen discurso, no podemos tener solo buenas intenciones, no podemos ser hijos del proletariado que fue un estudiante rebelde y, deje de serlo para convertirse en un profesional burgués que para adquirir los símbolos de prestigio de la burguesía tiene que vender su conciencia a cambio de una elevada remuneración. Por ello, nuestro inmenso respeto a los profesionales comprometidos con el pueblo, que tienen raíces en el mismo pueblo pobre, que comparte su sabiduría, que es solidario y, colabora en la construcción de una vida mejor.

Hoy, debemos trabajar por la dignidad de los pueblos, orientados por el amor al prójimo en una íntima relación entre pensamiento y acción, teoría y práctica, en una acción comprometida con los humildes; debemos cada uno de nosotros/as ser Subversores morales abriendo nuevas trochas, para ir construyendo día a día un mundo digno, para terminar con la cotidianidad que palpamos, con la pobreza generada por el sistema, con los niños que mueren sin llegar a vivir, en los que mueren de hambre y enfermedades antes de los tres años, los que nunca llegan a las escuelas, los que deben mendigar desde pequeños y, ellos es violencia y, lo que es más grave, es violencia institucional que, se gesta diariamente en los que no tienen vivienda digna, ni luz, ni agua, ni caminos, ni hospitales; esa violencia es la prostitución, el alcoholismo, las drogas, son las lacras sociales provocadas por la miseria.

Debemos seguir avanzando, en el compromiso con el pueblo, en la praxis, en la reflexión y la generosidad.


2

Hacia una medicina con rostro humano, Roberto Chediack.

La mayoría de los profesionales de la salud que asistieron al Congreso de Salud Mental y Medicina preventiva, realizado en Mendoza, Argentina, aplaudieron de pie al finalizar la siguiente exposición del Dr. Roberto Chediack, pediatra, sanitarista y dirigente socialista cuyano. Chediack es heredero de las ideas y la práctica social de los maestros de la medicina preventiva y social argentina, entre ellos Maurín Navarro, que fue un precursor en la municipalidad de Godoy Cruz, gestionada por los socialistas durante los años 30.

“Espero que lo que aquí se dice sobre los médicos y la medicina pronto esté desactualizado, no por el envejecimiento que provoca el tiempo, sino porque la sociedad haya cambiado”, José Luis Batelino.

En la medida que uno envejece toman otra dimensión los recuerdos y las vivencias, no solo de la vida, sino de la profesión. Después de 50 años de ejercerla, pero alejado ya de la práctica diaria, me permito repensar, intentando hacer una memoria histórica de qué pasó en la sociedad; en el sistema de salud y en la práctica médica. Y creo tener la certeza, que uno de los hechos más importantes ha sido la tendencia hacia la deshumanización de la medicina, de la cual, no somos totalmente responsables quienes la ejercemos, pero tampoco hemos hecho mucho para que esto no suceda. Los pacientes en consonancia con lo que pasa en la sociedad, poco a poco se fueron convirtiendo en usuarios, clientes, abonados, en números, es decir; en el hombre cosa, asimilando el papel que dicta la sociedad del mercado. Y no son términos neutrales. En una época cercana había en el Ministerio de Salud, un teléfono de atención al cliente, no a un ciudadano o paciente. Sobre todo estas pautas se implantaron fundamentalmente en la década del 90’ del neoliberalismo más feroz. Incluso se cambió hasta el lenguaje adaptándolo a esas nuevas pautas culturales y antivalores. El que hacía dinero fácil era un exitoso, el que traficaba y trafica con golpes de mercado no era un ladrón, era un financista. Los ladrones pobres están en la cárcel. En los sectores pobres que no tenían la relación matrimonial legalizada eran concubinos, en los otros de la farándula son la nueva pareja. Las pobres que venden sus cuerpos para alimentar a sus hijos, se las llama prostitutas, las otras, de los sectores pudientes que se ofrecen en cartillas de hoteles y convenciones son vedettes o secretarias bilingües. El mundo y el país se convirtieron en un gran casino donde como decía Atahualpa Yupanqui “Detrás del ruido del oro van los maulas como hacienda”; el individualismo, el dinero y el sálvese quien pueda se entronizaron en un altar a venerar y la solidaridad y el humanismo se los desterró al desván de los recuerdos.

Cada vez más el sistema de salud comenzó a parecerse a la sociedad en que vivimos, consumista; tecnocrática, muchas veces violenta e inhumana. Se comenzó a imponer los términos del mercado, la salud como mercancía y como objeto de explotación. Recuerdo cuando se intentó hacer un sistema nacional de salud en la época del Dr. Aldo Neri. Algunos lo empezaron a criticar diciendo que se impedía ejercer una “industria lícita” (¿Industria?). Otro funcionario provincial decía; que muchos bancos y financieras estaban interesados en invertir en el mercado de la salud, (¿Mercado?) y una conocida prepaga, decía; “que la finalidad última era la explotación de los servicios de salud”, (¿Explotación?). Y así poco a poco, la salud insensiblemente pasó a ser una mercancía y dejó de ser un derecho humano. En los años noventa con las prepagas se comenzaron a categorizar los pacientes en grupos A, B, C de acuerdo a su capacidad económica. El mercado le puso así precio a la gente, a los médicos y a otras cosas. Que dirían de esto los viejos maestros como Escardó, Moratorio Pose, Maurín Navarro, Bustelo, Oñativia, Carrillo, aquel que decía: “Frente a las enfermedades que genera la pobreza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los gérmenes como causantes de enfermedades son unas pobres causas”.

Las pautas socio-culturales del consumismo que se introdujeron poco a poco en la sociedad: la pérdida de valores, la implementación del individualismo más feroz; fueron degradando nuestra profesión. El Dios dinero y el Dios mercado tomaron el centro de la escena y los seres humanos pasamos a ser artículos descartables. Cuantas veces escuchábamos: “el dólar está nervioso”, “el mercado está deprimido” y cuando se referían a los seres humanos, los cosificaban hablando de brazos para la cosecha o de clientes para ser explotados. No hay nada más malsano como el mercado sin ningún tipo de control. Es donde la demanda y la oferta ofrecen mayores contradicciones, entre los intereses de los usuarios y los prestadores. El paciente está preso de su prestador y el prestador de sus intereses. Qué triste destino el de nuestra profesión, cuando no es una actividad de servicio; el mercado no cura ni educa; no le interesa por lo tanto la salud, y la enfermedad o el modelo médico, no escapa a la realidad que genera el contexto económico-social y las pautas culturales que esto determina y el médico individualmente, no puede escapar a esa maraña.

Cuadro médico-sanitario y social

Seguimos deslumbrados por descubrimientos maravillosos, pero millones de personas, gente común y sencilla sufre los dolores y enfermedades más primitivas, ligadas a sus condiciones de vida y de trabajo. En nuestras sociedades conviven las enfermedades del subdesarrollo, como tuberculosis, malnutrición, diarrea por contaminación de alimentos, parasitosis, abortos clandestinos en condiciones inhumanas, discapacidades psico-físicas, junto a las otras llamadas del “mundo moderno”, como el Sida; las problemáticas de los adolescentes, embarazos prematuros, los accidentes de tránsito que producen miles de muertes y discapacidades, la drogadicción en sus nuevas formas coexistiendo con el viejo alcoholismo, junto a los difundidos problemas de salud mental (los ansiolíticos y los antidepresivos son los medicamentos más vendidos) y que no se solucionan con pastillas “milagrosas”, sino eliminando las causas generadoras de un modelo social alienante como integralidad. El suicidio en jóvenes como en viejos, para los cuales la sociedad no siempre tiene un lugar. La violencia social (escuela, futbol) o familiar, contra la mujer y el maltrato a la niñez, son problemas que nos deben preocupar. O los difundidos problemas de hipertensión e infartos que cada vez aparecen más en gente más joven, donde son determinantes el tipo de vida y el estrés al que somos sometidos los seres humanos en una sociedad competitiva, salvaje y poco solidaria.

Con las “patologías” no bien identificadas de los venenos invisibles, como plaguicidas mal usados, hormonas para la crianza de animales, aditivos y colorantes de cuyos efectos desconocemos a mediano y largo plazo, ni hablemos de la contaminación ecológica, sobre todo urbana, con las enfermedades derivadas del ruido; el smog; el plomo de la combustión de automóviles, o de la contaminación psicológica, donde los medios, sobre todo televisivos, son determinantes, en un mundo en donde “todos estamos contra todos” y donde no hay nadie que nos escuche, ni el amigo, ni los padres, ni el abuelo, el médico o el sacerdote, porque todos están apurados.

Modelo médico

Frente a esto, tenemos un modelo médico, INDIVIDUALISTA, que no reconoce la raíz social de la enfermedad. TECNOCRÁTICO, porque posibilita la introducción irrestricta de la tecnología y el abuso de la misma. Se ha mistificado la aparatología y se ha deshumanizado la práctica médica. No estoy en contra de la tecnología, ha mejorado notablemente la calidad de vida, pero la misma no remplaza la historia clínica ni el acto médico humanizado. Porque la aparatología es muy fría y no siente ni el dolor ni el sufrimiento humano.

MEDICALIZADO, donde juegan un papel determinante los intereses de las trasnacionales de medicamentos, la concepción unicausal y biologicista han llevado a la sobre medicación con sus múltiples efectos perniciosos y de gran incidencia en lo económico social. CURATIVO Y ASISTENCIALISTA. Dado que el sistema médico está montado para dar respuesta a la enfermedad y no a la prevención. EXCLUYENTE Y NO IGUALITARIO. En la medida que el acceso a una buena cobertura de salud depende de la condición económica. CON ENFASIS EN LO PRIVADO, ya que la ideología liberal que orienta la formación y práctica profesional ha inculcado el contenido de la libre empresa en el campo de la salud.

Frente a los problemas y los conflictos que son distintos en las etapas históricas, se puede tener la mala salud mental de la pasividad; el no te metás; el ser un espectador o el salvarse solo o la buena salud mental del compromiso, de ser un protagonista, el analizar y enfrentar los desafíos, convirtiendo el yo en nosotros, imbuidos de convicciones solidarias. Y siempre basados en principios éticos y morales, que no es ponerse una camiseta con la imagen de Mandela; el Che, de Luther King, Gandhi, etc., sin llevarlos en la conciencia y con coherencia en la vida diaria, porque si no es un acto de hipocresía y una falsificación de la vida a la que esta sociedad nos tiene bastante acostumbrados.

Hay que tener la convicción de que se acabaron los dogmas, para analizar tanto a la sociedad como al modelo médico. La vida es muy compleja para simplificarla en slogans. No se acabaron las ideologías ni la filosofía como se dijo para implantar el pensamiento único y este modelo social antihumano, que promueve fundamentalmente los antivalores. En cada encuentro hay que tener el convencimiento de que nadie es poseedor de verdades absolutas, sobre todo en el campo de las ciencias sociales y estas se configuran en un proceso colectivo, donde cada uno aporta una parte intentando producir una síntesis que nos permita consolidar ideas directrices, que sean patrimonio de mayorías, que es la única forma de enfrentar intereses poderosos que construyeron este mundo tan alejado de la vida de la gente, sobre todo de los niños que son más vulnerables. Todos hemos cosechado como sociedad lo que hemos sembrado, unos tuvieron mayor responsabilidad, otros menos, pero la hubo por acción u omisión o porque no hicimos lo suficiente. Muchos advertíamos que iríamos a una sociedad con un verdadero darwinismo social, llenas de shopping, de viviendas amuralladas y con una gran exclusión social. La niñez fue durante muchos años desterrada a los inmensos desiertos del desamparo, siendo primero víctimas, para luego algunos de ellos, ser victimarios y hoy muchas veces escuchamos voces que están pensando más en como reprimirlos que en salvarlos, como si los niños nacieran malos y perversos.

Y nosotros como trabajadores de la salud, ¿nos sumamos a la deshumanización?, o nos convertimos en protagonistas para revertirla. Seguiremos creyendo que cumplimos nuestra misión recetando un buen antibiótico solamente o indagando la profunda complejidad que tiene cada ser humano o en sus múltiples facetas, psicológicas, físicas y sociales. Nos encerramos en el consultorio o ¿abrimos las puertas para trabajar con la comunidad en la prevención de las múltiples patologías que nos aquejan? Seguimos tratando sólo un drogadicto en el consultorio o nos comprometemos a indagar sobre las causas generadoras que lo producen. Aceptamos acríticamente las pautas culturales que promueven antivalores o intentamos revertir la situación, por ejemplo, una bodeguera decía: “Tenemos que aumentar el mercado introduciendo a los jóvenes en el consumo de alcohol” y nosotros “calladitos y a las buenas” como decía mi papá. ¿Luchamos contra el consumismo? ¿Permitimos que nos programen hasta nuestro tiempo de ocio? O establecemos un diálogo social que nos permita consumir lo necesario sin caer en el consumismo. La estupidez humana, la riqueza económica y el éxito fácil, fueron poco a poco inculcados como objetivo de la vida y se fueron oscureciendo los referentes sociales como los Sábatos, Pérez Esquivel, Illia, Carrillo, Alicia Moreau Justo; Mandela, Luther King y otros tantos desplazados por figuras mediáticas, de deportistas, oscuros financistas y empresarios que se hicieron ricos, donde todo vale, estructurando una sociedad que se autofagocita y así el tango “Cambalache” quedó plasmado en la realidad.

Los que hacemos atención primaria, que trabajamos en Centros de Salud o el campo de salud mental específicamente, ¿no seguirá siendo válido trabajar con maestros, guarderías, centros de jubilados en estos problemas que nos agobian y que hacen al futuro de nuestros niños? ¿No habrá que humanizar la atención desde que el paciente ingrese al centro de salud y no repetir en forma constante y cortante que no hay número o el Dr. ya no tiene cupo?

¿Cómo promovemos un debate amplio y permanente en la sociedad? Los debates, no son para ver quién gana y quien pierde sino para generar ideas directrices complejizando el pensamiento y no con una actitud reduccionista.

Un viejo pediatra contaba una anécdota que revela dos concepciones frente a la vida, decía: “Estando en una finca con un bodeguero, vio salir a la mujer del contratista que estaba al término de su preñez e iba al campo a recoger leña para sus tareas diarias. Demoró mucho y al regresar volvió con su niño en brazos. El empresario dijo; -no ve que son como animales, pueden parir en cualquier parte y de cualquier forma- a lo que el viejo pediatra le contestó; -la verdadera animalidad está en nosotros, que teniendo responsabilidad económica o social no hemos sabido darles a esas madres y esos niños, nacer, crecer y educarse con dignidad”. ¿Pensaremos como el empresario o como el pediatra?

Para terminar rescataría algo de Gabriel García Márquez y que debería promover nuestro trabajo diario: “Nuestra propuesta es la vida, una nueva y amenazadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde sea cierto el amor y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”.

Roberto Chediack, es médico pediatra, sanitarista y dirigente socialista cuyano, amigo y compañero.


2

Debe hacerse en cada momento lo que en cada momento es necesario. – José Martí-

A sembrar y construir la esperanza

Hoy, podemos decir que es posible el optimismo de la inteligencia, porque podemos comprender el cambio que está produciendo nuestro continente y las condiciones que estamos creando. No nos hemos resignado sino al contrario, estamos dispuestos a enfrentar los cambios históricos desde una voluntad transformadora, capaz de hacer valer nuestro compromiso con la solidaridad para mejorar las condiciones de vida de los seres humanos.

Aunamos los esfuerzos y la inteligencia para comprender el cambio de era que estamos viviendo; voluntad para proponer las respuestas innovadoras y solidarias a los nuevos desafíos con responsabilidad individual, colectiva y comunitaria; esfuerzo convergente, modificando el quehacer político, sin renunciar al papel de la política, convencidos de que el elemento ideológico que más nos identifica es la solidaridad, entendida como lucha contra la desigualdad.

Convenimos en el desarrollo de nuestro III Encuentro en el presente documento de Principios comprendiendo que:

Nuestro mayor compromiso es con los más humildes de la tierra. Con aquellos que no tienen voz, los invisibilizados, los excluidos, aquellos que cruzan el mundo a hurtadillas, temerosos que alguien pueda reprocharles esa osadía de existir en vano como contrabandistas de la vida.

Comprendemos que nuestras vidas no son dignas de ser vividas sino cuando la ennoblece un ideal. Que una vida digna no se mendiga, se conquista.

Esa solidaridad, que es una reflexión de principios, busca anticipar un futuro que ya tenemos encima responsabilizándonos con el presente, para que el pensamiento reaccionario no imponga la ruptura de la cohesión social imprescindible para ser libres.

Dijo José Martí: “La mejor forma de decir es hacer”; por eso invitamos a todos aquellos que sientan el golpe en la mejilla ajena como en la propia, a que caminemos juntos en los hechos y no solo en las palabras, dando batallas sin descansar hasta que el ultimo de nuestros sueños sea una realidad. También afirmó Martí, “ Patria es humanidad “ y esa afirmación, esa concepción es lo más hermoso que nos dejó como legado dentro del corazón, con su ejemplo, la Revolución Cubana.

Hoy, nuevamente en nuestra tierra y junto a nuestro pueblo, hemos definido la construcción de un proyecto solidario de alto compromiso con nuestro pueblo y los pueblos del continente; hemos adquirido la experiencia del amor a los hombres y estamos construyendo Propuesta Tatu con un enorme esfuerzo y convicción, sabiendo que nuestra arma es la razón, nuestro objetivo la justicia y nuestra fuerza la unidad.

Los signos de esperanza están a la vista en la unidad de nuestros pueblos. Haremos todos los esfuerzos dentro de la diversidad de la gran familia humana, a favor de tantas necesidades y derechos que nos son comunes a la mayoría de los argentinos.

A lo largo del corto tiempo transcurrido junto a nuestro pueblo, hemos comprendido que el único camino es la organización y la unidad. Por ello, creemos que la tarea debe ser con sacrificio, sin sectarismos, con respeto, pero por sobre todas las cosas con entrega y con un profundo amor del hombre por el hombre. Esa es la única fórmula que nos permitirá alcanzar una sociedad equitativa, de justicia, donde ni un ser humano esté privado de sus derechos esenciales.

La belleza de vivir y la política como ciencia del ejemplo en la búsqueda de una vida digna son nuestros objetivos centrales. Una salud universal, una economía equitativa y una vida igualitaria, son objetivos en los cuales podemos hacer aportes importantes en un proceso de profundización democrática de nuestro pueblo que es parte de nuestra responsabilidad social.

Hablamos de un hombre que piensa como debe, dice como siente, no persigue recompensas ni le atemorizan las desventuras; recibe con serenidad lo adverso y con prudencia la victoria; que tiene ojos con capacidad de ver el amanecer, que tiene el privilegio de esparcir semillas fecundas; hombres capaces de renovar el mundo moral, ensanchando los sentimientos de la justicia, libres de dogmatismos, pensando y construyendo una humanidad mejor, aspirando a una fervorosa reforma ética, ideológica e institucional, es decir, fuerzas morales generadoras de porvenir.

Es indudable que en el pasado existieron valores dignos. Sería insensato despreciar la memoria de Pitágoras, de Copérnico, de Ovidio, de Leonardo, de Epicteto y de Spinoza. Los grandes hombres constituyen un ejemplo, porque siendo idealistas , innovaron su época y se anticiparon a los siguientes; hombres en nuestra América como Martí, Farabundo Martí, Sandino, Zapata, Bolívar, Allende, Guevara , Fidel.

No hay nada estable ni inmóvil ni eterno en lo humano. Todo pasado ha sido construido en base a ideales, moral, convicciones y consecuencia de hombres como una tradición de incesantes rebeldías contra dogmatismos opresores. La justa comprensión del pasado enseña a militar y construir en el presente; la historia viva de nuestros pueblos, se compone de victorias y de derrotas.


Propuesta Tatu, no es solo solidaridad estéril, es energía animada por un ideal porque un pueblo no puede vivir sin soñar.

  • Debemos ser modestos por principios.
  • Aspiramos a la construcción de otros hombres, de aquellos que se reconocen porque se es capaz de renunciar a toda prebenda que tenga por precio una partícula de dignidad.
  • La dignidad implica valor moral.
  • Nuestro sentido común es colectivo. Tenemos como principios los valores colectivos sobre los individuales y rescatamos la necesidad de la acción colectiva.
  • Si nuestra propuesta es de lucha por la vida, lo hacemos por Una Vida Digna.
  • Se debe mantener viva la indignación en cuanto que la desigualdad social es una aberración a erradicar.
  • Que nuestra cabeza debe pensar donde pisan nuestros pies, significa que hay que luchar junto al pueblo, que la teoría no puede estar bien sin la práctica cotidiana.
  • Se debe ser crítico, sin perder la auto crítica y admitir ser criticado.
  • Saber ser militante, que es quien profundiza sus vínculos con el pueblo, estudia, se supera, reflexiona, medita, se cualifica, emana determinada forma y área de actuación y actividad, valora y respeta sus vínculos orgánicos y los proyectos comunitarios, es un servidor, no se siente humillado por no estar en el poder, ni orgulloso por estarlo, no se confunde a sí mismo con la función que ocupa, se auto forma constantemente.
  • Preferir el riesgo de equivocarse con los pobres a la pretensión de acertar sin ellos.
  • Cuando hablamos de Propuesta Tatu hablamos de la construcción de una Organización que sea potencia moral, que preserve los valores, que sea capaz de ir demostrando día a día la superioridad ética.
  • No nos interesa ser buenos, sino justos.
  • El sentido de la solidaridad es un valor esencial. Debemos romper con la reproducción del individualismo.
  • Nuestra tarea requiere a cada paso de la inteligencia del cambio, la evaluación de cada resultado, combinando la mirada puesta en el horizonte con el día a día.
  • La humildad, la ética, la moral, los valores, son los elementos esenciales en la construcción de los hombres y mujeres de PROPUESTA TATU.
  • Toda nuestra actividad social y política será voluntaria, renunciamos a cualquier tipo de remuneración, tengamos el cargo que tengamos en el desarrollo de Propuesta Tatu en la vida de nuestro pueblo.
  • Propuesta Tatu se regirá por los principios del Centralismo Democrático.
  • Nosotros debemos ser capaces de comprender a nuestro pueblo y no llegar a él pretendiendo ser comprendidos; hablamos de un nuevo hombre y una nueva mujer, un nuevo tipo de ser humano, aquel que por sobre todas las cosas es HUMANO. Ese es el valor fundamental de los militantes de TATU.
  • Sin entusiasmo no se forjan ideales.
  • Sin osadía no se comienzan honrosos sueños.
  • El entusiasmo es salud moral. Los ideales dan confianza en las fuerzas propias.
  • La energía no debe ser fuerza bruta sino pensamiento convertido en fuerza inteligente. Deben ir siempre juntos el pensamiento y acción, filosofía y praxis.
  • La voluntad debe ser flexible y debe tener una alta conducta. Sin conducta no hay moral, como sin ideales no puede haber iniciativa.
  • Todo proyecto de cambios implica rebeldía y va a producir resistencia; es lo lógico. Debemos tener entusiasmo, osadía, energía, conducta e ideales si queremos vencer.
  • Es hombre digno aquel que piensa, quiere y hace.

La justicia debe ser el equilibrio entre la moral y el derecho. Lo justo es siempre moral: todo privilegio injusto implica una inmoral subversión de los valores sociales. Nos negamos al simple asistencialismo, que no es más que el apaciguamiento de las justas demandas; el asistencialismo en el fondo es caridad y caridad es el reverso de la justicia social.

Hombre justo es aquel que lucha contra las injusticias; la justicia no consiste en ocultar las desigualdades sino en suprimirlas.

Nos consideramos absolutamente solidarios, lo cual es una armonía que emerge de la justicia. Sembrando justicia se cosecha solidaridad y ella consiste en equilibrarlas, creando la igualdad ante el derecho.

Lo bueno posible se alcanza buscando lo mejor imposible y para ello es necesario un espíritu rebelde, capaz de negar la cultura capitalista. Sin aquellos que renuevan y crean, subvierten contra los privilegios, contra las injusticias, seria inalcanzable la evolución de las ideas, no habría posibilidad de progreso.

Debemos tener firmeza, dignidad y deber. No se puede imitar al sometido que se humilla para aumentar su ración de comida; debemos despreciar al corruptor y compadecer al corrompido por su necesidad; debemos ser nosotros quienes comprendamos a nuestro pueblo y no ellos a nosotros.

Construir Propuesta Tatu es construir ideales con una alta moral, pensando en el futuro, sin acomodarse al azar de la hora presente, pues quien evita el deber social es nocivo a la gente, a su clase, a la humanidad.

Hablamos por tanto de una moral idealista que tiene una previsión del porvenir, que tiene objetivos sociales de poder y lleva implícitos los conceptos de perfección continua y de incesante transcurrir; hablamos de hombres y mujeres que anhelan un futuro mejor y diferente contra un presente imperfecto.

Es preciso tener la audacia necesaria, ese espíritu crítico, cambiar el orden establecido, pero sobre todo, cambiarnos a nosotros mismos, en una práctica de lucha consecuente.

Pero aún, para los escépticos, debemos repetir a costa de ser tomados por románticos, aquella verdad de Martí: “La felicidad existe sobre la tierra, y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón y la práctica constante de la generosidad”.

Queremos ser aurora de nuestro pueblo en una actitud humilde, solidaria y anteponiendo el humanismo a una concepción mercantilista de la vida. Basta mirar a nuestros niños y su realidad para comprender qué futuro tendrá y a ese futuro nos negamos, convencidos no sólo de que otro mundo es posible, sino que tenemos la obligación de construirlo, de cambiar la historia.

Martí nos enseñó que Patria es Humanidad, pero la humanidad es la patria de un ideal. Cuando proponemos Una Vida Digna para Todos, hablamos del anhelo de la dignificación nacional, de la dignificación humana. Vida Diga son valores, derechos, humanismo, profundización democrática; es democracia directa , derechos a una vivienda digna, a la tierra, a la educación, derechos humanos a la vejez, la niñez, igualdad entre hombres y mujeres, derecho a un ambiente sano, a una alimentación diaria; derecho a la vida, a una vida digna de ser vivida.

La dignidad no puede ser adquirida ni por todo el oro del mundo.

Somos herederos de esta ética. Nuestra praxis es martiana.

Dentro de nuestros principios está la reivindicación del rol del estado y la subordinación del mercado.

Nuestra política debe hacer énfasis siempre en la justicia social.

La política económica no puede estar sólo a disposición de la acumulación del capital. Se debe centrar en el manejo político y económico en función del bienestar del ser humano.

Para nosotros soberanía no es sólo gobernarnos a nosotros mismos, sino enfrentar los temas internacionales, solidarizarnos con ellos como principio irrenunciable.

Mantenemos principios irrenunciables de que el hombre está por sobre el capital.

Nuestra concepción de la sociedad no parte, como lo hace el capitalismo, del hombre como ser individual, sino del hombre como ser social.

La sociedad que queremos construir tiene como meta el pleno desarrollo humano.

Este pleno desarrollo humano no se decreta desde arriba ni cae del cielo; sólo se logra cuando al transformar las circunstancias las personas se transforman a sí mismas.

No se trata sólo de otorgar un contenido social a la democracia, de resolver problemas sociales del pueblo como alimentación, salud, educación, etcétera, sino de transformar la forma misma de la democracia creando espacios que permitan que las personas, al luchar por el cambio de las circunstancias, se vayan transformando a sí mismas.

No es lo mismo, que una comunidad conquiste una pasarela por lo cual se ha organizado y ha luchado, a que reciba la pasarela como un regalo del estado paternalista.

El paternalismo de Estado es incompatible con el protagonismo popular. Conduce a transformar a la gente en mendigo.

Hay que pasar de la cultura del ciudadano/a que mendiga a la cultura del ciudadano/a que conquista, que toma decisiones, que ejecuta y controla, que autogestiona, que autogobierna.

Hay que pasar del gobierno para el pueblo al auto gobierno del pueblo, a que el pueblo asuma el poder.

Gobernar con la gente para que la gente llegue a gobernarse a sí misma. Buscar los espacios adecuados para la participación.

Un largo proceso de transformación cultural es necesario. Es necesario reemplazar la ética del tener por la ética del ser.

Desarrollar una cultura del trabajo productivo. Necesidad de apertrecharnos de conocimientos para la batalla de ideas.

Solidaridad con los más desvalidos y con otras comunidades. A producir la mayor suma de felicidad posible.

A LUCHAR CONTRA LO IMPOSIBLE Y VENCER.

POR UNA VIDA DIGNA PARA TODOS

TATU, LATINOAMÉRICA.

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑